San Luis Potosí protege sus ecosistemas contra plaguicidas dañinos
En San Luis Potosí se deberán utilizar en el territorio estatal plaguicidas y fertilizantes que sean compatibles con los ecosistemas y no causen efectos dañinos en la salud humana, así como la no aplicación de los que se encuentran identificados como prohibidos por la normatividad ambiental.
La Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (SEGAM), con la participación que corresponda a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos (SEDARH), los Servicios Coordinados de Salud Publica en el Estado y los ayuntamientos, tendrá la facultad de vigilar que lo anterior se cumpla.
Además de vigilar la observancia y cumplimiento de las disposiciones normativas vigentes en las actividades relacionadas con dichos materiales, incluyendo la disposición final de sus residuos, empaques y envases vacíos. Así se estable en el artículo 92 de la Ley Ambiental del Estado de San Luis Potosí después de que fuera reformado por el pleno de la LXI Legislatura.
En la exposición de motivos del dictamen aprobado se señala que el uso de plaguicidas y fertilizantes es una necesidad para el adecuado desarrollo de los cultivos, pues se les dota de los nutrientes necesarios a efecto de que las plantas crezcan con mejores características y además de manera más rápida, asimismo se garantiza que no se afecten los cultivos por plagas o enfermedades inherentes a las plantas.
En este sentido, el uso de los mismos debe ser atinente al tipo de cultivo y debe optarse por opciones que sean más beneficiosas para las plantas pero además que su uso no cause efectos adversos en el producto o en la salud humana.
Por ello existen a nivel federal diversas disposiciones en torno a cómo deben aplicarse tanto los fertilizantes, plaguicidas o herbicidas, de manera que se expone de manera clara las cantidades, así como los componentes que pueden ser utilizados para garantizar que no se afecte ni al ambiente ni la salud humana.
Sin embargo, era necesario que en la legislación local se estableciera que los fertilizantes y plaguicidas que sean usados en cuidado de los cultivos en primer término sean compatibles con los ecosistemas, pero además se evite la posible afectaron de la salud de quienes serán consumidores de los productos obtenidos.